Este trabajo pretende presentar las prácticas de memorización llevadas a cabo por diferentes memorias hegemónicas (representadas por instituciones de la memoria, museos, archivos y sus profesionales, archiveros, bibliotecarios, historiadores, etc.) y las políticas de patrimonialización oficial del Estado (representadas por instituciones de memoria, museos, archivos y sus profesionales, archiveros, bibliotecarios, historiadores, etc. y las políticas oficiales de patrimonialización del Estado) y las memorias disidentes (en este caso, el pensamiento indígena). En la formación de las identidades identidades nacionales y la dominación política, la definición de la historia y la memoria (Popular Popular Memory Group, 1982) han jugado un papel clave en la imposición de versiones particulares y parciales versiones particulares y parciales como universales y comunes, en la oclusión, exclusión y silenciamiento del significado vivido del pasado de los "grupos subalternos", pero también en su colonización y expropiación (Bonfil, 1993) o domesticación (Gnecco, 2000). En este trabajo cuestiona hasta qué punto los mecanismos o dispositivos de la memoria y el olvido
han conseguido silenciar, cambiar o representar realmente las "voces no hegemónicas" voces hegemónicas". Por otro lado, también presenta las "nuevas" formas de inscripción y expresión de memorias no hegemónicas que ya no se limitan a los documentos de archivo cuerpo (body painting), la ritualización y el paisaje (lugares sagrados). De este modo, la naturaleza del texto histórico se amplía drásticamente. Esta investigación
se inscribe en la tensión entre prácticas culturales globales y locales. en las luchas por definir las identidades. Y en esta lucha, los sistemas de representación histórica (como archivos y museos) han desempeñado un papel decisivo. Sin embargo, a pesar de las relaciones de subordinación de las comunidades indígenas, algunas han han logrado reinventar y construir "otra historia".