El impulso dado por la Gestión del Conocimiento y la Medicina Basada en Evidencias ha contribuido a que los bibliotecarios documentalistas adquieran estrategias para gestionar el proceso de aprendizaje de los profesionales de la salud y participen en equipos multidisciplinarios, a fin de sustentar las decisiones de los médicos con información de eficacia probada, para una práctica clínica de calidad, contribuyendo de este modo a repensar el rol de bibliotecario como Informacionista, consultor en información.